RESUMEN

En el marco de la creación de la Ruta Patrimonial de Humedales Urbanos del Biobío, el equipo gestor de nuestra región, compuesto por académicos e investigadores ligados a áreas del urbanismo, arquitectura y geografía recorrió durante dos días varios hitos incluidos en la ruta, desde el humedal Tubul-Raqui al Rocuant-Andalién, con el objetivo de trazarlos y georreferenciar señalética, puntos de observación y otros. Nuestro equipo de prensa fue invitado a registrar la actividad, por lo cual asistimos a ambas jornadas de excursión en terreno.

Reconocemos la necesidad de abordar con mayor profundidad las problemáticas que hoy afectan a los ecosistemas ligados a humedales urbanos, en vista de los estragos ecológicos que se espera para los próximos años, debido al calentamiento climático, sobre todo si no se actúa con premura frente a aquellos aspectos más urgentes. Por lo general, no se trata de grandes problemas, pero muchas veces las barreras burocráticas y los vacíos legales son los grandes obstáculos a sortear.

Es en virtud de lo anterior que el presente texto se ha redactado a modo de crónica, en el orden que visitamos cada lugar descrito. Se describen algunos aspectos esenciales de cada hito de la Ruta Patrimonial, además de información adicional complementaria que busca poner al lector en contexto.

Palabras clave: humedales urbanos, ruta patrimonial, servicios ecosistémicos, desarrollo inmobiliario.

ABSTRACT

Within the framework of the creation of the Biobío Urban Wetlands Heritage Route, the management team of our region, made up of academics and researchers linked to areas of urban planning, architecture and geography, traveled several milestones included in the route for two days, from Tubul -Raqui to Rocuant-Andalién wetlands, with the aim of tracing them and georeferencing signage, observation points and others. Our press team was invited to register the activity, for which we attended both days of field trips.

We recognize the need to address in greater depth the problems that today send to ecosystems linked to urban wetlands, in view of the ecological damage that is expected in the coming years, due to climate warming, especially if we do not act with haste in the face of those most urgent aspects. In general, these are not big problems, but many times bureaucratic barriers and legal loopholes are the big obstacles to overcome.

It is by virtue of the above that this text has been written as a chronicle, in the order that we visit each place described. Some essential aspects of each landmark of the Heritage Route are described, as well as additional complementary information that seeks to put the reader in context.

Keywords: urban wetlands, heritage route, ecosystem services, real estate development.

HUMEDAL TUBUL – RAQUI

Los bivalvos y otras especies marinas le han dado a Tubul una fama de punto gastronómico marino que recolectores, pescadores y consumidores han sabido aprovechar durante décadas. Esta relación entre la comunidad y el piélago ha determinado, en función de la recolección y la pesca, la disposición de los asentamientos urbanos, todos cercanos al río, humedal, desembocadura y mar.

Este humedal se extiende desde la ruta (P-22) de entrada a Tubul hasta la orilla misma de la desembocadura, en dirección este-oeste, entre Arauco y Llico. La zona es húmeda y ventosa, la ruta de acceso se encuentra en buen estado, pero se debe tener precaución por las curvas y vehículos en sentido contrario.

La ficha técnica del Ministerio de Bienes Nacionales describe que es una zona que cumple con la protección del ecosistema humedal costero tipo estuario, donde habita gran cantidad de especies (al menos 53 taxa de vertebrados terrestres (un anfibio, tres reptiles, cuarenta y siete aves y dos mamíferos) y es hábitat además de aves en peligro de extinción.

Es necesario destacar que esta zona ha sido históricamente afectada por terremotos y tsunamis, debido a su disposición geográfica; como es sabido, los humedales son zonas de mitigación natural ante eventos ya sean tsunamigenicos o de inundación. Y estos, aunque no son frecuentes, son recurrentes:

«Este humedal se vio afectado por el terremoto del 27 de Febrero del año 2010, el que causó levantamiento en su superficie, provocando desecaciones en canales interiores que irrigan al humedal. Los efectos del sismo todavía se encuentran en desarrollo«. (Bienes Nacionales, 2021).

Además, Tubul es una zona particularmente vulnerable, no sólo en su aspecto físico, como bien expone Martínez et al., (2012): «La vulnerabilidad física para la localidad presentó solo niveles altos y medios. El nivel medio representó un 58% de la población; las viviendas construidas se caracterizaron por ser viviendas tipo casa, construidas con material de albañilería y/o madera. En nivel alto se ubicó el 42% de la población, que reside en viviendas construidas con madera, internit o lata, de solo un piso. En ambos casos el 100% de las viviendas se encuentra bajo la cota de los 10 m.s.n.m.«.

Construir viviendas bajo la cota de 10 metros sobre el nivel del mar, junto a una desembocadura y humedal costero, ya es de por sí una acción temeraria en un país con gran actividad sísmica, como es Chile. Si a esto se le suma la vulnerabilidad socioeconómica y educativa, el resultado es una comunidad tremendamente susceptible a riesgos.

Cuadros de Niveles de vulnerabilidad y Áreas de riesgo de inundación por Tsunami,

extraídos de Martínez et al., (2012).

Fig. N°15. Niveles de vulnerabilidad, localidad de Tubul.
Fig. N°16. Áreas de riesgo de inundación por tsunami, localidad de Tubul.

Por estas y otras razones, Tubul es un área de riesgo en un amplio espectro. Su cercanía al humedal Tubul-Raqui la convierte en una localidad con un arraigo sociocultural que invita, por un lado, al cuidado del medioambiente; y, por otro, a la destrucción: en el marco de la actividad en terreno a la que asistimos, pudimos ser testigos de huellas de automóviles 4×4 tanto en la playa, como en el propio humedal. Y cuando ya nos retirábamos, entró hacia la playa, en dirección al humedal, una camioneta todoterreno. Capturamos la escena en las siguientes imágenes.

Si bien una intervención al lugar sería positiva, en cuanto a instalación de señalizaciones restrictivas que ayuden a generar consciencia en la población, también se debe tomar en cuenta una intervención en el plano social, directamente con la comunidad, para empoderarla respecto al cuidado de aquellos ecosistemas que requieren protección.

Minutos antes de la llegada del vehículo anteriormente mencionado, nuestro equipo recorrió la playa y encontró polluelos de Pilpilén, un ave marina que anida en sectores como este. La ruta del todoterreno fue cercana al sector donde fue el avistamiento de los polluelos.

Esto generó molestia y preocupación.

Es una de las razones por las cuales se ha luchado incansablemente por la prohibición de ingreso de vehículos motorizados a playas, dunas y humedales, siendo estos dos últimos los que representan mayor incertidumbre respecto a la norma. Las zonas de anidación de aves son las de mayor riesgo.

La DIRECTEMAR es clara en la resolución DGTM. y MM. Ord. N°12300/8 Vrs., del 14 mayo 2018. (0-22/023):

«1.- Los sectores del borde costero del litoral, de ríos y lagos declarados
como playas solaneras o balnearios, son autorizados mediante una
resolución administrativa del Capitán de Puerto, en los cuales está
prohibido el ingreso de vehículos de acuerdo a lo establecido en el
art. 313° del Reglamento General de Orden, Seguridad y Disciplina en
las Naves y Litoral de la República.


2.- En restantes espacios del borde del litoral, de ríos y lagos, la
Autoridad Marítima de la jurisdicción, condicionará el ingreso de
vehículos a estos espacios mediante una resolución exclusiva y
específica.»

Por otra parte, la Ley de Humedales Urbanos establece, en su artículo 2°, que sean los municipios quienes elaboren protocolos de protección de los humedales, a través de ordenanzas, siempre que se ubiquen dentro de los límites urbanos de sus comunas:

«Un reglamento expedido por el Ministerio del Medio Ambiente, suscrito también por el Ministro de Obras Públicas, definirá los criterios mínimos para la sustentabilidad de los humedales urbanos, a fin de resguardar sus características ecológicas y su funcionamiento, y de mantener el régimen hidrológico, tanto superficial como subterráneo.

Las municipalidades deberán establecer, en una ordenanza general, los criterios para la protección, conservación y preservación de los humedales urbanos ubicados dentro de los límites de su comuna, para lo que utilizarán los lineamientos establecidos en el reglamento indicado en el inciso anterior.»

No obstante, aunque la norma sea específica en el tema, es imposible que la autoridad marítima fiscalice el cumplimiento en todos los bordes costeros de litoral, ríos y lagos de nuestro extenso territorio, las 24 horas del día. Es por ello que es imperativo entregar a la ciudadanía herramientas que permitan cumplir una labor fiscalizadora y de protección de su propio entorno. Promover la responsabilidad cívica como valor humano en cuanto al aspecto patrimonial de los humedales debe ser un eje estructurante en cualquier estrategia de vinculación con la comunidad. Es el sentido de pertenencia y arraigo, la relación entre territorio y comunidad, el motor de todo proyecto de convivencia urbana exitoso.

HUMEDAL ARAUCO – CARAMPANGUE

El humedal Arauco-Carampangue es accesible desde la zona norte de la Playa Arauco y por el límite noroeste de la ciudad. Desde allí y tras algunos minutos de caminata es posible llegar a dos miradores. El lugar se reconoce por un canal tipo veneciano, donde se aparcan algunos botes de pesca artesanal.

El camino ha sido cerrado al tránsito de vehículos, pero es notorio que los visitantes insisten en recorrer, sobre todo, las arenas cercanas a la playa. No así el camino que bordea el canal hacia la desembocadura del río Carampangue, donde se ubica el mirador más lejano y también el paisaje más amplio.

El lugar es un paraíso para aves de todos los tamaños, que planean entre las tibias aguas de la orilla, llenas de pequeños cangrejos, y el zumbido constante de los pastizales, cargados de suculentos insectos. Los miradores en sí no aportan más recurso que sombra y descanso, pero hay señalética, seguramente aportada por la comunidad, que indica nombres de aves que habitan el humedal y en qué dirección mirar para encontrarlas. Nos sorprendimos, además, de encontrar basureros para reciclaje en un punto tan alejado.

Sin embargo nos llamó poderosamente la atención que además del ya mencionado problema de los vehículos 4×4, en este humedal existe gran cantidad de basura y residuos de festejos juveniles. Se agradece, no obstante, que los visitantes al menos intenten acumular la basura en un mismo lugar. Problema que, por lo demás, podría ser fácilmente resuelto con la instalación de un colector de basura o basureros en puntos fijos, sumado a señalética.

Así sucede también en playas y balnearios no autorizados, donde es común encontrar grandes cantidades de basura en basureros clandestinos, tal como sucede en Playa Ramuntcho, Hualpén, por citar un ejemplo.

HUMEDAL COLCURA

Quienes hayan visitado Caleta Lenga, probablemente encontrarán un cierto parentesco con Caleta Colcura, puesto que se trata de una caleta con un ascendente futuro turístico, donde se ubica gran cantidad de restoranes y pubs, de cara al mar. El acceso, tanto desde Concepción, como desde el sur, puede ser un poco complicado. Una vez en la playa, los estacionamientos también pueden ser un problema. Se aconseja ir temprano y prestar atención a la señalética.

Lamentablemente, un grupo de personas se encuentra haciendo uso de los terrenos que dan acceso al humedal, impidiendo su paso a cualquier visitante, además de intervenir un área que es utilizada como anidación de aves, principalmente garzas como se pudo observar en terreno.

Intentamos bordear el terreno a través de las vías ferréas, pero nos fue imposible tomar fotografías claras del lugar.

No obstante, pudimos observar varios grupos de aves en los restos del humedal. El guía que se unió al recorrido nos aconsejó ir hacia el otro extremo de la playa, continuación del humedal, donde se podía observar mejor la extensión de la costa.

Allí se encuentra la desembocadura del estero Colcura.

La actividad pesquera también es parte del motor económico de esta localidad.

Es necesario el uso de binoculares o catalejos para apreciar las aves con mayor detalle, desde el mirador en el extremo norte de la playa.

Vale la pena mencionar en este punto que el equipo gestor de la Ruta Patrimonial de Humedales Urbanos realizó, además de un trabajo de registro fotográfico, la georreferenciación de puntos tales como posibles miradores, basureros, señaléticas, anidación de aves, entre otros, para dar forma a la ruta patrimonial propiamente tal, desde el punto de vista técnico-logístico, trabajo que posteriormente deberá ser recibido y adoptado por el Ministerio de Medioambiente.

HUMEDAL BOCA MAULE

Entramos por Coronel Sur, siempre paralelos a la costa, en dirección norte, hasta llegar a un sector visiblemente en construcción. A la derecha, se encuentra el humedal Boca-Maule, que bien describe el sitio web del Observatorio Ecológico de Coronel:

«Boca Maule corresponde a un humedal costero palustre de la clase intrusión salina. Se extiende en la planicie litoral a lo largo del estero asociado, con una superficie aproximada de 65 hectáreas, atravesando la ciudad de oriente a poniente, desde el puente de Paso Seco Sur hasta la desembocadura del estero del mismo nombre«.

Se trata del serpenteante fin del estero Maule, un bello paisaje que de momento se encuentra cerrado al público, dado que se encuentra pronto a estrenar su renovada fachada.

El lugar es un tranquilo paraje con un sendero que invita a apreciar la gran cantidad de aves que anidan, juegan y se bañan en las tranquilas aguas del estero.

Al fondo se divisa el mar y, de vez en cuando, algún vehículo probando la destreza de su tracción.

Además, este humedal destaca en particular por su gran biodiversidad, que incluye incluso especies en peligro, según indica el Observatorio:

«Del total de especies que habitan en el humedal Boca Maule, dos de ellas están catalogadas como “Casi Amenazadas” de acuerdo al Reglamento de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente, correspondiendo éstas a las especies Pleurodema thaul (sapito de cuatro ojos) y Batrachyla taeniata (sapito de antifaz), mientras que otras dos están catalogadas como Vulnerable: Calyptocephalella gayi (rana chilena) y Liolaemus tenuis (lagartija esbelta).»

HUMEDAL LOS BATROS

Si bien el gran atractivo de San Pedro de la Paz siempre han sido sus lagunas y balnearios, poco se habla fuera de la comuna de la importancia del humedal que se encuentra unido a la Laguna Grande.

Llegamos temprano a uno de los extremos del sendero que recorre el humedal de punta a punta. Además de la gran variedad de aves que nos recibe, circulan por el sendero varios deportistas, tanto en bicicleta como a pie. Solo rompen el canto de los insectos, anfibios y aves nuestras pisadas y comentarios de asombro. La naturaleza se muestra espléndida por las mañanas.

El proyecto URBANCOST, en colaboración con el Centro de Investigación CEDEUS, el año 2017 publicó un libro llamado «Urbanización en Humedal Los Batros«, donde se recoge no sólo la información actual del humedal, sino además un estudio de su evolución y cómo ha ido cediendo al crecimiento inmobiliario con el paso de los años:

«El humedal Los Batros, se encuentra ubicado en la comuna de San Pedro de la Paz, distante 5 km de la ciudad de Concepción (36°50’27” S; 73°06’58”). Corresponde a un ecosistema constituido por el estero Los Batros más el área de inundación asociada, que comprende terrenos bajos de vegas y pajonales, a través del cual desagua el sistema interconectado de la laguna Chica y laguna Grande de San Pedro. Posee una superficie aproximada 505 ha, con una longitud máxima de 6000 m y un ancho máximo de 900 m. Según la clasificación propuesta por Dugan (1992), gran parte del sistema Los Batros correspondería a un humedal de tipo palustre emergente, distinguiéndose además sectores de vega».

Afortunadamente, en el último tiempo se han desarrollado proyectos de conservación y protección del humedal, donde destaca el Parque Humedal Los Batros.

En esta fecha, por ser época estival además de la falta de lluvia, el humedal se aprecia menos húmedo que de costumbre, pero conserva el verdor y la biodiversidad. Tuvimos la fortuna de un día despejado, donde se pudo apreciar el alto contraste del paisaje.

De forma consciente o inconsciente, la población cercana al humedal se ve beneficiada debido a que los humedales urbanos prestan «servicios ambientales o ecosistémicos», tales como regulación de térmica, retención de nutrientes, sedimentos y contaminantes, mitigación de inundaciones y tsunamis, entre muchos otros.

Pese a lo anterior, el alto valor natural de los terrenos cercanos a los humedales se ha visto constantemente amenazado por proyectos inmobiliarios y de transporte que podrían ser una gran amenaza para el ecosistema; sobre todo, en esta área, donde el denominado ‘Puente Industrial’, cuyo trazado de unión con la ruta ‘Pie de monte’ pasaría directamente sobre el humedal Los Batros.

Vecinos y agrupaciones de la comuna se han hecho con la responsabilidad de cuidar el humedal y sus alrededores, de forma voluntaria y altruista, generando continuamente actividades para educar a la población y generar consciencia ambiental. Esto habla de un genuino interés cívico por cuidar estas áreas tan sensibles al factor humano.

Los neumáticos sumergidos son un factor común de basureros clandestinos, lo que significa que son automovilistas quienes más acarrean basura a lugares como estos. De forma que cualquier acción que invite a generar consciencia debe considerar a los automovilistas, vecinos y visitantes.

HUMEDAL PAICAVI – TUCAPEL BAJO

El humedal Paicaví fue hace un par de décadas un lugar hermoso y lleno de vida, patio de juegos de vecinos de las poblaciones Laguna Redonda, Anibal Pinto Bajo y Colo-Colo Bajo de Concepción, que felices recolectaban moras para la mermelada en temporada estival, totora y mimbre, camarones en invierno y retamilla para las ramadas de Fiestas Patrias.

Paulatinamente, el desarrollo inmobiliario fue tomando terreno, mientras incipientemente la Ecología se volvía una tendencia. Lamentablemente, una tendencia que llegó tarde, cuando el humedal ya había sido depredado, obligando a múltiples especies de aves migratorias a cambiar sus rutas, puesto que el humedal Paicaví y sus lagunas eran paso obligado de estas.

A mediados de los ’90, un grupo de vecinos comenzó una campaña en defensa del humedal y en contra de sus rellenos, movimiento que fue ganando adherentes y generando consciencia sobre la importancia del humedal, casi a oídos sordos del resto de la ciudadanía.

Hacia 2009 el humedal ya había perdido sus lagunas más grandes, fue dividido por una nueva calle para conectar Anibal Pinto con Paicaví y comenzó su vertiginoso viaje para alojar locales comerciales, casas, edificios departamentales, un hotel y hasta un colegio particular.

En 2019, el municipio de la ciudad de Concepción recién logró que el humedal fuera reconocido como “Sitio prioritario para la conservación» en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, luego de esperar dos años desde su solicitud de ingreso al listado de sitios ‘protegidos’.

El 23 de enero de 2020, además, ambientalistas, conservacionistas, investigadores, vecinos y académicos celebraron la aprobación de la Ley de Humedales Urbanos. Mismas personas que en noviembre de 2021 lamentaron el incendio que afectó al sector oeste del humedal, arrasando una gran extensión de vegetación.

Pese a lo anterior, lo que hoy se ve al circular por el lugar es la sombra del humedal que perdura en la memoria de quienes conocieron su auténtico esplendor. No obstante, es lo mismo que podría decirse de muchos otros sectores de la ciudad que también fueron antiguas lagunas, esteros y humedales.

En el mejor escenario, se propone un proyecto de restauración del humedal donde se recupere parte de las zonas de relleno. Algo casi utópico, pero para nada disparatado, considerando ejemplos como los que cita Carolina Rojas en entrevista con The Penquist:

“(…) me invitaron desde el municipio a conocer los humedales de Salburua, al este de Vitoria (conocido como la joya del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz). Ahí me junté con los planificadores del municipio, recorrí el humedal; paseé en bicicleta, vimos la flora, la fauna, los miradores. La particularidad de este humedal es que es un área restaurada; o sea, era un área absolutamente degradada y contaminada, totalmente abandonada, pero decidieron en el municipio ponerle foco a la infraestructura verde, a la ciudad verde, entonces resolvieron desarrollar un anillo verde y un plan verde de la ciudad, que se concretó con el humedal de Salburua en 2006, inaugurando al menos las primeras etapas. Hacer ese recorrido cambió totalmente mi percepción del territorio”. (The Penquist, 2021)

HUMEDAL LAGUNA PRICE

El humedal Price es probablemente uno de los más desconocidos por la población que no habita en los terrenos circundantes al mismo humedal. Tanto así que en nuestra visita a terreno tuvimos que guiarnos más por intuición que por verdadero conocimiento del lugar para llegar, en primer lugar, al acceso.

Bordeamos el humedal por uno de sus costados, hasta un pequeño bosque de sauces de suelo húmedo. Desde allí se extiende un pequeño sendero hasta lo que parece ser un arroyo (foto de cabecera). A través de todo el camino hay vestigios de actividad humana y el principal protagonista es la vegetación. Luego de una gruesa pared de totoras y juncos se encuentra la laguna Price, que le da su nombre al humedal homónimo.

Es evidente que los vecinos del sector han intentado dar realce a su relación con el humedal; en el acceso desde Colón 9000 se encuentra una huerta comunitaria que al momento de nuestra visita luce abandonada. Probablemente, por los estragos sociales que trajo la pandemia, en términos de actividades al aire libre. No obstante, también se encuentran por el lugar letreros informativos gestionados por los propios vecinos.

Difícilmente, una persona a pie podría acceder más allá de la totora para alcanzar la laguna, salvo con equipamiento adecuado para el agua y el lodo. El sendero en sí mismo recorre el borde norte del humedal y no por completo. Sería beneficioso que se apoye a la comunidad que en su momento tomó las riendas del cuidado del sector, como una forma, además, de premiar el espíritu cívico, energía y recursos invertidos.

HUMEDAL ROCUANT – ANDALIÉN

El humedal Rocuant-Andalién es un sistema que se ubica entre las comunas de Concepción, Penco y Talcahuano, y recorre desde el sector El Morro (e Isla Recamo) en la comuna puerto hasta Playa Negra en Penco, por la costa, y considera además la desembocadura del río Andalién, afluente que entrega la mitad del nombre compuesto por su extensión e importancia para el sistema.

Al igual que el humedal Paicaví y, en general, la gran mayoría de los humedales urbanos, pese a que originalmente se componía de un extenso territorio, la urbanización y la propia expansión de la ciudad en décadas en que no eran considerados los servicios ecosistémicos, el humedal Rocuant-Andalién tuvo que ceder y contraerse.

No obstante, el terremoto y tsunami de 2010 trajeron de vuelta la importancia de los humedales costeros, por el importante papel que tuvo el sistema Rocuant-Andalién en la mitigación de la violenta elevación del nivel del mar. De no existir, la tragedia habría sido mucho peor.

Aunque la consciencia sobre la importancia del humedal se ganó una buena cantidad de puntos a favor, la amenaza por la contaminación producida por basureros clandestinos y desechos de las industrias circundantes ha seguido latente, además de los constantes rellenos legales e ilegales de las inmobiliarias. Vecinos, ambientalistas y defensores de los humedales han tenido un importante rol fiscalizador en este sentido, persiguiendo a quienes, por una u otra razón, dañan el ecosistema.

Este humedal fue el final de nuestra visita a terreno y los puntos que pudimos visitar fueron el sector El Morro, Isla Recamo (que luce remozada luego de la intervención del borde costero producto del 27/F) y luego, a través de la ruta Interportuaria, la zona costera del humedal y su extensión hacia el sector Carriel Sur. Afortunadamente, meses antes tuvimos la suerte de realizar un descenso en Kayak desde la confluencia del estero Nonguén y el río Andalién hasta su desembocadura en Playa Negra, con lo cual podemos complementar nuestra visita.

COMENTARIOS FINALES

Vale la pena mencionar que pese a que está contemplado en la ruta patrimonial, no pudimos, por cuestiones de tiempo, visitar el humedal Vasco da Gama. Sin embargo, podemos mencionar que es una suerte de ‘continuación’ del humedal Paicaví, así como el Rocuant es a su vez la ‘continuación’ del Vasco da Gama, ambas miradas en dirección norte. Si las rutas que hoy dividen a estos humedales no existieran, serían un solo ecosistema. Afortunadamente, bajo tierra, las napas subterráneas mantienen sus conexiones hidrícas originales.   

Recorrer la Ruta Patrimonial de Humedales Urbanos del Biobío es una experiencia que, en caso que se desee recorrer con calma, debe tomar por lo menos tres días de excursión. Los senderos, caminos y carreteras se encuentran, en general, en buen estado, con una dificultad baja, que permite tanto a adultos, como niños, hacer gran parte del recorrido sin problemas.

Es por esto que se hace imperante fomentar el turismo consciente, la puesta en valor de los humedales urbanos debe ser bajo una mirada protectora de áreas de gran riqueza ecológica y ecosistemica, y deben ser respetadas en el mismo nivel que disfrutadas. Los humedales ofrecen momentos de desconexión, necesarios para la vida en la urbe, un lugar donde el espíritu puede respirar profundo un instante antes de volver al incesante desequilibrio de la condición humana.  


REFERENCIAS

Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (2021). Ley 21.202, Modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos.

Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (2021). Resolución DGTM. y MM. Ord. N°12300/8 Vrs., del 14 mayo 2018, págs. 22 a 23.

Google Earth (2021). Imágenes satelitales humedal Paicaví.

Martínez et al. (2012). Riesgo de tsunami en caleta Tubul, Región del Biobío: escenarios extremos y transformaciones territoriales posterremoto. Revista de Geografía Norte Grande, 2012.

Ministerio de Bienes Nacionales (2021). Ficha técnica Humedal de Isla Raqui.

Miño, C. (2021). Presentan recurso por toma ilegal en Humedal Colcura de Lota: algunas son segunda o tercera vivienda. Radio Biobío.

Observatorio Ecológico de Coronel (2021). Humedal Boca Maule.

Rodríguez, F. (2021). Carolina Rojas: «Basta con que un gobernante no crea en el cambio climático para retroceder más de 20 años». Revista The Penquist.

Rojas, C. et al. (2017). Urbanización en Humedal los Batros. Págs. 19, 36, 39-40.

Comparte