Cuando pensamos en el aprendizaje de una segunda lengua en Latinoamérica, el inglés surge como la opción más requerida. No es de extrañar que la frase “el inglés te abre puertas” sea tan utilizada en este contexto para llamar la atención de los hispanohablantes, pues es cierto que en nuestro continente, sin desmerecer las lenguas vernáculas, son el español y el inglés las lenguas que permiten hacerse entender a lo largo del continente. Este es un hecho que Fátima Morínigo, de Paraguay, supo apreciar y convertir en el núcleo de su proyecto “Speak Academy”. 

Esta entrevista se realizó vía Zoom, debido a la gran distancia entre los interlocutores, el primer día de otoño de 2023.

Por favor, cuéntanos quién eres y qué haces. 

Soy Fátima Elizabeth Morínigo Martínez, tengo 27 años, soy docente y me dedico a la enseñanza del idioma inglés. Estudié una licenciatura en Turismo, además tengo una licenciatura en relaciones internacionales y tengo dos postgraduaciones en educación. También tengo especialización en lengua inglesa, que es a lo que realmente me dedico en mi instituto de inglés en Ciudad del Este, Paraguay. Soy la CEO o directora general de mi empresa, pero también enseño en aulas. 

¿Cuándo fundaste este proyecto?

Nació en 2018, pero originalmente se llamaba Language Teaching Center, sin embargo, cuando vino la pandemia hicimos una plataforma digital donde nos vimos en el dilema de mantener el nombre o hacer un cambio. Entonces consultamos con expertos y nos hicieron la recomendación de cambiar el nombre. Esto sucedió en 2020.

– Imagino que también por temas de SEO, ¿no es así? ¿Tienen página web también?

Sí, tenemos página web, donde está toda la información de los cursos que brindamos; clases presenciales en nuestras instalaciones, para niños, jóvenes y adultos; clases en vivo, en formato personalizado, y también nuestra propia plataforma desarrollada en pandemia. Esto nació porque me gané una beca para ir a Estados Unidos e hice una especialización en entrenamiento poco antes de la pandemia, que era justamente en temas relacionados a cómo hacer el sistema B-learning e E-learning en idiomas. Entonces al llegar la pandemia me vino como anillo al dedo ese curso que había hecho. Pude implementarlo en Speak Academy en ese entonces. Pero además de lo anterior, también brindamos servicios a empresas para la parte de “business english” e inglés para fines específicos. Además de todo esto, trabajamos con personas que deseen rendir algún tipo de examen internacional, particularmente tenemos convenio con Reino Unido que certifica a nuestros estudiantes, pero también preparamos a estudiantes que quieran rendir exámenes como el TOEFL, Cambridge, Trinity, etc. Entonces tenemos un abanico de posibilidades para ofrecer a estudiantes. Vale decir además que en este sentido, y pensando en exámenes internacionales, surge también la asesoría para intercambios estudiantiles. Ya que muchos de los que vienen a estudiar lo hacen con la visión de en algún momento proyectarse a intercambios académicos o profesionales. Desde aquí nace la agencia “Xpeditioner” que a contar de este año está empezando a funcionar; una agencia de viajes enfocada a intercambios que busca conectar a nuestros estudiantes con organizaciones del exterior que quieran hacer algún tipo de pasantía o intercambio. 

– ¿Cómo es el panorama de aprendizaje de inglés en Paraguay? ¿Es posible ir por la calle, detener a un transeúnte y que esa persona hable inglés? 

– En Paraguay, algo que es importante decir es que entre un 80 a 90% de la población no habla inglés, ni ha asistido a cursos de idiomas. Según estadísticas, menos del 2% puede manejarse de forma fluida en el inglés. Entonces, es difícil parar a cualquier transeúnte y preguntarle “do you speak english?” porque probablemente la respuesta sea no. Sin embargo, hay algunos programas disponibles, pero la gente no les ha dado el valor que merecen. Por eso, como instituto nosotros tenemos esa doble función de mostrar también el beneficio de hablar inglés. 

– En este sentido, ¿por qué crees tú que existe esta realidad en tu país respecto al idioma anglosajón? 

– Primeramente, creo que por los recursos que uno necesita tener para acceder a este tipo de educación. Si bien es algo necesario, recién ahora existen más institutos de idiomas. Antiguamente, era algo bastante exclusivo, para personas con más caudal económico que podían pagar cursos de inglés. En nuestro sistema educativo nacional no está estipulada la lengua inglesa hasta llegar al bachillerato. Allí los estudiantes tienen como materia la lengua inglesa. Pero aún así, lo que allí se aprende es bastante básico. Por ahí parte la dificultad para aprender este idioma. Y creo, además, hablando muy personalmente, que la mente del ciudadano paraguayo no ven la necesidad o no se proyectan a viajar o hacer cosas fuera de Paraguay. Entonces, estando en Paraguay no es muy necesario hablar inglés. Pero han llegado empresas multinacionales al país que están requiriendo ciertos perfiles, donde en ciertos puestos se pide hablar inglés. Entonces, ahora es esa la motivación de mucha gente para aprender un nuevo idioma. 

– Aquí en Chile, nosotros no tenemos bachillerato (salvo en la universidad). ¿Es parte de la educación secundaria o posterior?

– El bachillerato serían los últimos 3 años de la secundaria. Es decir, antes de la universidad. 

– Entiendo. Hay una gran diferencia entonces, pues en Chile se aprende inglés desde la primaria o incluso antes. Entonces quienes deseen aprender de forma más profesional al menos tienen ya una base… ¿Cuál crees tú que es la principal dificultad para las personas que quieren aprender inglés, pero no tienen esta formación desde una edad temprana? ¿Es posible aprender siendo ya mayor? 

– Es una pregunta muy pertinente, porque la mayor parte de las personas que recibimos son personas ya en un ámbito universitario que se dan cuenta de la importancia del idioma. Pero se encuentran con el miedo de no ser capaces de aprender, vienen con ese esquema de “no aprendí de chico, ahora me va a costar más”. Entonces es un miedo generalizado. Yo creo que ese es el principal desafío. Superar esa barrera que dice que a una persona ya mayor le va a costar más. Existen perfiles y perfiles de personas, entonces yo creo que el miedo es el primer obstáculo al que nosotros, desde la experiencia, nos enfrentamos antes de aprender. Y también la vergüenza de practicar. 

– Tienes toda la razón. Acá en Chile, por ejemplo, tenemos muy integrada la burla dentro de nuestra cultura. Entonces, si alguien te pilla practicando y cometes un error, es muy probable que se burlen de ti. Por ello a veces a uno le da mucha vergüenza aprender o practicar ciertas cosas en público. Pensando en esto, ¿a qué herramientas podemos echar mano para luchar contra estos componentes emotivos a la hora de aprender una segunda lengua?

– Lo que yo siempre hago es contar mi historia. Yo conecto de esa forma con mis estudiantes porque yo misma viví ese proceso. Entonces les muestro inclusive, tengo un álbum de videos y fotos de cuando yo era estudiante donde se ve cómo me equivocaba y volvía a intentarlo, a aprender. Entonces, ponerme en el lugar de otro, empatizar con ellos a través de la experiencia y así motivarles. La motivación es un factor fundamental para poder lidiar con todo tipo de estudiantes porque muchos llegan también a esa etapa en que les empieza a ir bien y les viene un bajón emocional que está totalmente desligado de lo que es el idioma, que hace que la persona se frustre. O bien, como comentabas, tenemos los casos de que se ríen de esa persona, o pierde una o dos clases por algún motivo particular, y luego se sienten perdidos en la siguiente clase. Entonces la gran herramienta emocional que manejo es conectar con ellos a través de la experiencia. Y todas las anécdotas que puedo compartir con ellos también. 

– Respecto a lo que me comentabas al principio, de la enseñanza por vías digitales y el E-learning, ¿cuáles crees serán las próximas innovaciones en la enseñanza de idiomas? ¿Crees que la aparición de las herramientas de inteligencia artificial dará un vuelco a los procesos de aprendizaje? ¿Qué te imaginas para los próximos 10 o 20 años?

– Bueno, creo que todos los profesionales de mi rubro deben actualizarse. Esto de la IA es algo que llegó para quedarse. Creo que son herramientas oportunas para implementar en nuestro proceso de enseñanza. Por ejemplo, nosotros como instituto proyectamos más adelante incluir en nuestra plataforma online estas herramientas de inteligencia artificial de tal forma que nuestros estudiantes puedan realizar prácticas de conversación y escritura en tiempo real, sin necesidad de tener a un docente en línea. Si bien podría ser algo negativo para las personas que requieren estar con ellos conectados, podría ser una herramienta que podríamos explorar a nuestro favor. Particularmente, lo de la IA es algo que yo ya venía estudiando, entonces creo que en un futuro no muy lejano podríamos implementarlo para que nuestros estudiantes puedan tener esa autonomía de practicar el inglés independientemente del tiempo y a un menor costo. Porque siempre va a ser más costoso tener a un docente en línea enseñando que tener a un robot o a una plataforma que esté disponible 24/7. Y para una institución como nosotros que tendríamos que invertir en ello sólo una vez, haría que los costos se reduzcan. Hay que verle el lado positivo y sacarle el máximo provecho a estas herramientas que tenemos hoy. Es un poco lo que pasó con la pandemia, donde tuvimos que explorar todas las opciones para hacer clases en línea y videollamadas para poder dar un mejor servicio a los estudiantes. 

– ¿Tienen ustedes algún sistema de becas para apoyar a estudiantes de escasos recursos? Digamos, como acción de responsabilidad social corporativa. 

Nosotros tenemos un sistema de becas implementado desde el principio de nuestras actividades. Abrimos un proceso de selección entre nuestros estudiantes inscritos donde evaluamos su rendimiento académico a lo largo del periodo y evaluamos la solicitud. Actualmente, tenemos 10 becarios, con becas completas. Y esto se renueva cada semestre, ya que nuestros módulos son semestrales. Entonces ellos tienen la posibilidad de renovar o realizar el curso completo de 4 años sin pagar. También tenemos un proyecto de responsabilidad social denominado “English week”, donde damos clases gratuitas online, dos veces al año. Todas las personas interesadas se pueden inscribir a las transmisiones en vivo. También se emite un certificado posterior a la evaluación. Además hemos tenido programas con la embajada de Estados Unidos, por ejemplo el “Americana Box”, donde fuimos una institución facilitadora para entregar materiales educativos a los niños de familias de escasos recursos. Esto es porque queremos eliminar la brecha que hay en el aprendizaje de inglés porque sabemos que quienes manejan el idioma acceden a mejores oportunidades en el mercado laboral, profesional y académico. Me gustaría agregar también que yo soy representante de una organización que otorga becas completas para los Estados Unidos, entonces voy a los colegios a dar información sobre estas becas disponibles que muchas veces por desinformación no se sabe. Es un voluntariado que hago. 

Texto: Fabián Rodríguez 

Fotografía: Gentileza Speak Academy Paraguay

frodriguez@thepenquist.com

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